miércoles, 31 de agosto de 2011

SENDAS DIALOGADAS



Lentamente, como pesadillas, habían pasado los cansados días de aceptación de dogmas escolares…
     
Ahora teníamos por delante un mundo inmenso, interminable, con senderos múltiples hacia el olvido… de montes y sabanas, de ríos y colinas retostadas; de playas, puertos y manglares; de bimbines, capisucias y cirueleras; de conejos muletos, iguanas o cocalecas…
     
Y eran rudos caminos pavimentados de la erosión; eran colinas a las que conducían angostos caminos incrustados, como blancas heridas, en una tierra pastosa por el tránsito continuo de magras vacas sin pasto, cuyos costillares querían escaparse hacia el cielo…
      
Eran caminos convertidos en espirales alrededor de aquellas colinas; y a lo lejos, las blancas paredes de las casas viejas eran garzas nuevas.
       
Dialogábamos y, luego, mirábamos en silencio nuestro pueblo; era una blanca gaviota con sus alas rotas, abandonada en medio de un mar de aguas pardas, turbias y verdes, congelado y caliente… un mar de campos.
       
Y el mar verdadero no estaba muy lejos, más azul que un escueto cielo de marzo tropical… y el horizonte era una hoja de metal incandescente.
  
Avanzábamos por las sendas dialogando sobre nosotros…
    
El viento se llevaba nuestra voz y la hacía retornar convertida en silencio.


René De León G.
25 de noviembre de 1978

LA FLOR DEL MADROÑO


Sobre la vieja corteza de los madroños del riachuelo, 
círculos blancos de seda evocaban los tiempos de la pureza;
abajo, el manantial murmuraba quejándose de la faragua ensemillada
y era como penetrar a un infierno de soledad y de vapor interminable.

Escaseaban ya hasta las tórtolas y ni las culebras querían arrastrarse por el retostado suelo de arcilla y cascajo, que se cuarteaba día tras día, dejando escapar los alaridos de la resequedad del subsuelo.
                
Aquella genial pureza, maldad en potencia, tornábase ya en luto angelical,
y el viento veraniego reñía con las copas de los árboles, que eran cáscaras y cáscaras musicales…
música vieja y desconocida,
música de tiempos perdidos en nuestras memorias,
tétrica música con olores a flor de madroño,
mariposas blancas que pretendían la perennidad,
flores que emperfumaban kilómetros y kilómetros
de aquellas viejas sabanas disparejas y repletas de bledo y ortiga.

Conversábamos sobre la flor del madroño,
sobre los caracoles que coleccionábamos;
hacíamos una fogata y regresábamos al pueblo
embriagados por el perfume de la flor del madroño
y con la mente centrada en los blancos tapetes
que pendían de las ramas de aquel árbol del monte.


René De León G.
24-26 de noviembre de 1978

domingo, 28 de agosto de 2011

ORGANIZACIÓN Y DISCIPLINA


  Ninguna institución o grupo social, y menos el hogar y la escuela, pueden lograr sus fines o progresar sin organización y disciplina. Todos los grupos humanos y culturas han tenido que luchar permanentemente por la búsqueda de formas adecuadas de organizarse y conducirse para avanzar y permanecer.  Esencialmente de esto ha dependido el triunfo o fracaso de los pueblos a través de la historia.

 Usted puede procurarles todos los conocimientos y todos los recursos a sus hijos o a sus alumnos, pero si no los enseña a organizarse, a disciplinarse, a conducirse, vivirán desorientados y no sabrán qué hacer con los conocimientos y recursos; es más, ni siquiera sabrán cuidar y conservar los recursos proporcionados.

 La teoría puede adquirirla el estudiante por sí mismo, mas el conocimiento que da frutos, el verdadero saber, el saber utilizar el conocimiento, requiere de reflexión, de razonamiento, de planificación, de métodos y técnicas efectivas, de trabajo organizado y ejecutado con inteligencia.   Quien se preocupa por brindar este tipo de educación, tiene primero que preocuparse por enseñar al aprendiz a conducirse, a organizarse y auto-disciplinarse, y el estudiante no puede aprender a hacer esto si no está convencido de que es necesario, de que le da buenos resultados y le garantiza el bienestar y el éxito.  Por lo tanto, convencer al alumno de la necesidad de organización y disciplina es labor esencial de todo educador: debemos comprobar, demostrar y ejemplificar con nuestra conducta esa necesidad. 

 Más que enseñar teoría, debemos enseñar al estudiante a buscarla, a organizarla, a usarla provechosamente, o sea, a organizarse, a disciplinarse y a conducirse de manera adecuada. Nuestro trabajo en la escuela no logrará los resultados deseados, es decir, no  habrá verdadera educación, si no enseñamos a los estudiantes principios básicos de conducta y disciplina.  No se puede enseñar en un salón donde hay desorden, donde cada quien hace lo que quiere, donde varios hablan a la vez, donde los alumnos se levantan sin pedir permiso.

 Muchas veces disciplinarse implica convertir en costumbre o rutina ciertas conductas o actitudes relacionadas con otros valores como la responsabilidad, el respeto, la tolerancia, etc.  Son parte de nuestra disciplina, por ejemplo, las siguientes rutinas: planificar siempre nuestro trabajo, cumplir con nuestros deberes, ser puntuales, saber escuchar a los demás, pedir permiso, dar las gracias, saludar con respeto, actuar siempre con rectitud y justicia.

 En toda escuela, las disposiciones disciplinarias y la aplicación de sanciones deben cumplirlas todos los docentes, aun cuando no estén convencidos de que cada una de ellas, por insignificante que parezca, es esencial para el buen funcionamiento de la institución y para la formación integral del alumno.  No se puede lograr disciplina si unos docentes cumplen con sus funciones y otros no, si unos docentes están comprometidos con la educación y otros no. Si esta labor educativa no se ejecuta en equipo y con los mismos lineamientos, quienes cumplen con lo acordado, confrontarán dificultades y serán rechazados por los alumnos; quienes no cumplen, serán cómplices de las faltas cometidas por los estudiantes, causarán perjuicio en su formación, y serán motivo de burla y de baja valoración de parte de los alumnos, aunque éstos no se lo manifiesten directamente.

Autor: René De León G.
2006

EL ACORDEÓN EN PANAMÁ

EL ACORDEÓN EN PANAMÁ
Autor: René De León G.

El acordeón estuvo rondando la escena musical en Panamá desde antes del nacimiento de la República hasta los días de la Segunda Guerra Mundial. Pero durante toda esa época, la mejorana y los violines mantuvieron su dominio en la interpretación de la música típica panameña.

Hasta poco antes de 1950, en nuestro país la música típica popular se ejecutaba con violines y mejorana (o mejoranera), un folclórico instrumento de cuerdas emparentado con la guitarra. Sin embargo, para esta época, un músico innovador proveniente de Macaracas, cambió esa tónica. Ese músico fue Rogelio “Gelo” Córdoba, intérprete y compositor que introdujo el acordeón en la ejecución de las piezas tradicionales hasta convertirlo en el instrumento protagonista dentro de la música típica.

El sociólogo Milciades Pinzón sostiene que a finales de la década de 1940 e inicios de la de1950, el acordeón salta al ruedo en los brazos de Rogelio "Gelo" Córdoba, con la selección "La Loma Azul".  Gelo Córdoba, quien tocó primeramente el violín, nació en El Paradero, pueblo cercano al Mogollón de Macaracas, provincia de Los Santos, el 15 de Marzo de 1916; y murió en la Ciudad de Panamá, el 15 de febrero de 1959. Marca un hito en nuestra música la composición “El Mogollón”, cumbia cerrada creada por Sacramento Córdoba hace más de medio siglo y que popularizó su sobrino "Gelo" Córdoba.

Entre los acordeonistas de esa época inicial y entre los pioneros de la música típica popular de acordeón(algunos no fueron acordeonistas), hay que mencionar también a Ceberito Batista, Claudio Castillo, Victorino “Nano” Córdoba, Artemio Córdoba, Máximo Escudero y el famoso José Vergara.

Para fines de los años 60 y durante los años 70 vino una fuerte generación de excelentes ejecutantes del acordeón, entre los que se pueden mencionar a Alberto Solís, Rubén Darío Solís, Adonio Sandoval, Pitín Tello, Roberto "Papi" Brandao, Uruguay Nelson, Domingo Díaz, Roberto "Fito" Espino, Herminio Guerra, Rubén Darío Martínez, Arístides Burgos, Dagoberto "Yin" Carrizo, Isidro "Chilo" Pitty, Chalino Nieto, Leo Mendieta, Dídimo Ureña, Tereso de Jesús Jaén (Teresín) y Daniel Dorindo Cárdenas Gutiérrez. Dentro de todo este grupo, hoy aún podemos destacar a Dorindo Cárdenas, el “Poste de Macano Negro” o "El más grande de los acordeonistas panameños", que por cuatro décadas se ha mantenido en el primer lugar como un exponente de lo más tradicional y de lo auténtico dentro de la música típica.

En esa época y durante los siguientes años de esplendor del acordeón, surgen muchos otros grandes acordeonistas que han expandido las fronteras de nuestra música; entre ellos hay que destacar a los siguientes: Ceferino Nieto, más conocido por su público como "El Titán de Las Américas" o “El Maestro de las Teclas”; Alfredo Escudero, conocido como “El Montañero” o como el “Amo, Dueño y Señor de la Cumbia”;  Victorio Vergara Batista, el muy famoso, entrañable y extrañado "Tigre de La Candelaria"; el Escorpión de Paritilla, Osvaldo Ayala; el Mechiblanco de San José, Ulpiano Vergara; y Samy Sandoval.

No es acertado considerar que el acordeón y los acordeonistas desplazaron el violín: fueron los mismos violinistas, buscando más sonoridad, los que desplazaron su violín por el acordeón.  Ello ocurre, por ejemplo, con notables intérpretes como Gelo Córdoba, Ceberito Batista, Dorindo Cárdenas, Ceferino Nieto y Alfredo Escudero.

En la actualidad, el acordeón es el instrumento por excelencia en la ejecución de la música típica popular panameña.  Los conjuntos musicales encabezados por el acordeón interpretan la música más difundida a nivel nacional en festividades y eventos de todas las provincias, tanto en las ciudades como en los pueblos. Los conjuntos típicos son los grupos musicales más activos en nuestro país, pues todos o casi todos los fines de semana se presentan en fiestas populares tradicionales, en festivales, en fiestas patronales, en ferias, aniversarios y diferentes eventos institucionales o particulares.

En la tarea de expansión de las fronteras de nuestra música, habría que agregar hoy muchos nombres de buenos acordeonistas que han formado conjuntos musicales: Colaquito Cortez, Dimas Sandoval, Iturbides Castillo, Lorenzo Castillo, Leo Mendieta, Ormelis Cortez, Pepo Barría, Chichi Barrios, Chichito Vergara, Chelo Mitre, Héctor Lescure, Marcelino Guerra, Maximino Moreno, Sergio Cortez, Inocente “Chente” Sanjur, Manuel de Jesús Ábrego, Herminio Rojas, Víctor Bernal, Aceves Núñez, Eddy Gutiérrez, Edwin Zeballos, Osvaldo Jiménez, Manuel "Nenito" Vargas, Isaac De León, Héctor Espino, Vladimir Atencio, Francisco De Gracia, Raúl Aparicio, Abdiel Núñez, Jonathan Chávez, Manuelito Gómez, Andresito Amaya, Juancín Henríquez, José Olmedo Pérez, Alejandro Solís,  Aldris Lamparero, Payito Ballesteros y muchísimos más.

Entre las mujeres que se han destacado como intérpretes del acordeón podemos mencionar las siguientes: Rosenda “Chenda” Córdoba, la primera acordeonista panameña, hermana de Gelo Córdoba; Mayda Jaén, prima de Teresín Jaén; Judith Gloria Esther Carrizo, hija de Yin Carrizo; Lidibeth Guerra, acordeonista del primer conjunto de música típica de mujeres;  Jenny Santamaría, ganadora del Concurso Gelo Córdoba en 1995; Dania María Vergara, hija de Ulpiano Vergara; Liska Eysi Rivera Alonso, hija de Fray E. Rivera; Nelva Rodríguez, conocida como La Doncella del Acordeón; Yamileth Núñez, hija de Aceves Núñez.

La popularidad de la música típica ha sido cada vez mayor, al igual que la cantidad de compositores y conjuntos nacionales.  En los últimos años, se han sumado a este campo una gran cantidad de artistas innovadores que han fusionado o intentado fusionar diversos tipos de música, de instrumentos y de ritmos bailables.  Por ejemplo, Samy y Sandra Sandoval han causado gran revuelo debido, sobre todo, a la mezcla de ritmos modernos y a sus modernas coreografías.

Hay que hacer notar que la fama de la música típica trasciende el límite de lo nacional: desde hace tiempo no sólo es escuchada e interpretada en el ámbito internacional, sino que además ha sido motivo de imitación, de inspiración y de adaptación por parte de artistas y grupos famosos de otros países.

En cuanto a los eventos nacionales que más impulsan la música de acordeón, realizados anualmente, hay que destacar el Concurso Rogelio “Gelo” Córdoba,  el Concurso José Vergara y el Encuentro de Acordeones.  El Concurso Gelo Córdoba es un concurso para acordeonistas realizado en el Festival de la Mejorana en Guararé, festival que es creación del historiador y folclorista Manuel F. Zárate. El Concurso José Vergara es también un concurso para acordeonistas; éste fue creado por el folclorista tonosieño Antonio Díaz.

Del Concurso Gelo Córdoba han salido grandes maestros del acordeón; entre ellos: Didio Yiyín Ureña, sobrino de Dídimo Ureña, primer niño acordeonista en ganar el Concurso Gelo Córdoba (1990), Euribiades Vásquez, Victorino "Nano" Córdoba, Celso Morales, Uruguay Nelson, Ceferino Nieto, Giovanni Gutiérrez, Alfredo Escudero,  Dolores Solís, Fray E. Rivera, Arturo Rivera, Roberto “Papi” Brandao, Diógenes Vega, Luis Córdoba, Carlos Cleghorn, Aceves Núñez,  Osvaldo Ayala, Giovanni Guerra, Ormelis Cortez, Dagoberto Espino, Víctor Bernal, Maximino Moreno, Gustavo Chanchoré, Ramiro Domínguez, Ramiro Samaniego, Euclides Castillo, Félix Ortega, Jorge Roldán, Dídimo Ureña, Marcelino Guerra, Eric Cedeño.  Acordeonistas de la talla de Alfredo Escudero, Ceferino Nieto y Osvaldo Ayala, entre otros, han llegado a conquistar el reconocimiento nacional e internacional tras haber ganado el primer lugar en esta competencia folclórica que busca rescatar el arte de la interpretación de la música panameña.  Igualmente han salido acordeonistas talentosos del Concurso José Vergara: Alberto Cigarruista, Eugenio Herrera, Javier Polanco, Tony Vargas, Rolando Rubatino, Clímaco Quijada, Ramón Saldaña, Nicol Espinosa.

También, en cuanto a eventos, en este año 2007 ha entusiasmado mucho al público panameño el concurso Cuna de Acordeones, pues este evento, con toda la fuerza de la publicidad actual, ha ayudado a formar y ha dado a conocer a muchos jóvenes acordeonistas, al igual que ha hecho mayor difusión de diferentes aspectos de nuestra música típica, de nuestros compositores y de nuestros grandes acordeonistas ya consolidados.   El evento Cuna de Acordeones originó la formación de dos o más conjuntos de acordeón que se han incorporado al quehacer de la interpretación de música típica en eventos populares.  Los que han empezado de manera más sólida, hasta ahora, son los conjuntos de los jóvenes ganadores del primer y segundo lugar de dicho evento: Francisco Abdiel Camarena y Darío Pitti, respectivamente.



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     Nuestra música típica popular de acordeón incluye una diversidad de tipos de piezas musicales o géneros. El género más difundido, popular y pegajoso de todos es la cumbia, que en nuestra música actual tiene muchas variantes. También se interpretan, por ejemplo, el porro, la tamborera, el paseo, el pasebol, el atravesa’o o cumbia atravesada, el corrido, el danzón, el danzón-cumbia, el bolero-cumbia, la cumbia suelta, etc.  Muchos de estos nombres proceden del folclor y aunque toda la música típica popular bailable o pindín tiene fuertes aires folclóricos, debemos diferenciarla de la música folclórica propiamente tal: esta última, como aclara Dora Pérez de Zárate, es de autor anónimo, se da de manera espontánea en el medio y es interpretada o presentada por los llamados conjuntos folclóricos o grupos de proyección folclórica.



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LISTA DE ACORDEONISTAS PANAMEÑOS CON CONJUNTOS TÍPICOS

           En nuestro país, como ya hemos dicho, se debe a Rogelio (Gelo) Córdoba, compositor e intérprete de Macaracas de Los Santos, la introducción del acordeón como instrumento principal para ejecutar las piezas tradicionales de música típica popular, ejecutadas hasta ese momento (inicios de la década de 1950) con violines y mejorana o mejoranera. A partir de entonces, han sido muchísimos los acordeonistas panameños.

            Entre los acordeonistas de música típica panameña que han encabezado grupos o conjuntos musicales con este popular instrumento, tenemos los siguientes:

Gelo Córdoba – El Plumas Negras

Ceberito Batista

Claudio Castillo – Conjunto Río Oria

Victorino Nano Córdoba  -  Conjunto Guararé (1952),  Canajagua Azul

José Vergara – Sentimiento Campesino

Daniel Dorindo Cárdenas  -  Conjunto Orgullo Santeño

Victorio Vergara Batista – Conjunto Plumas Negras

Alfredo Escudero  -  Conjunto Los Montañeros

Ulpiano Vergara  -  Conjunto Ritmos de Panamá, Conjunto Los Distinguidos

Osvaldo Ayala  -  Conjunto Ritmo Santeño

Dagoberto Yin Carrizo  - Conjunto Viva Panamá

Teresín Jaén   -  Conjunto Alma Interiorana

Roberto Fito Espino  – Conjunto Aires Istmeños

Rogelio y Tito Cruz – Aires de Azuero

Ceferino Nieto   -  Conjunto Bella Luna,   Conjunto Nuevo Bella Luna

Manuel Nenito Vargas -  La Maquinaria Plumas Negras

Samy y Sandra Sandoval  -  Los Patrones de la Cumbia

Chalino Nieto  -  Conjunto Primavera

Chilo Pittí   -  Conjunto Sentimiento Campesino

Amadís Bernal   -  Conjunto Inspiración Santeña

Chichi Barrios   -  Conjunto Brisas de la Montaña

Chichito Vergara   -  Conjunto Porvenir Santeño

Colaquito Cortez (Omilo Moisés Cortez)  -  Conjunto Aires de Azuero

Chichín González   -  Conjunto Nuevo Panamá

Dídimo Ureña   -  Conjunto Sentimiento Guarareño
 
Didio Yiyín Ureña - Los Clásicos Santeños
Jesús Abrego - Conjunto Gloria Interiorana
Otmianis Escala - Conjunto Estrellas Panameñas

Dimas Sandoval     -  Conjunto Orgullo de Urracá

Eric Cedeño  -  Conjunto Canto a Panamá

Fray A. Rivera   -  Conjunto Río Estivaná

Héctor Lescure  – Los Conquistadores

Iturbides Castillo   -  Conjunto Mi Ranchito

Lencho Santana   -  Conjunto Sensación

Leo Mendieta   -  Conjunto Musipana

Lidibeth Guerra – Las Mujeres de Panamá

Lucho Torres   -  Conjunto Manitos Ocueños

Ñato Monga   -  Conjunto Royal Yin

Ormelis Cortez   -  Conjunto Viva Guararé

Sindo López  -  Los Populares del Padrino Sindo López

Pepo Barría   -  Conjunto Los Profesionales

Rodrigo Alfonso Martínez – Conjunto Recuerdo Santeño

Manuel de Jesús Ábrego  -  Sentimiento Juvenil, Los Consentidos

Inocente “Chente” Sanjur  -  Alma de Panamá

Minguito Sáez – La Maquinaria Roja

Vladimir Atencio  - Manantial de Amor

Luis Carlos Osorio – Así es mi Panamá

Cristian Nieto  -  Conjunto Ritmo y Sentimientos

Isaac De León – Los Indomables

Raúl Aparicio  - El Sol Naciente

Bolívar Juárez López -

Iván Anria -  Orgullo de mi tierra

Alejandro Solís – Sensación Santeña

Juancín Henríquez – Conjunto Melodías Santeñas

Víctor Ballesteros (Cañas de Tonosí)

Payito Ballesteros  -  Raíces Interioranas

Aldris Lamparero – Melodía Musical

Eivan Navarro  – Los Diamantes Musicales

Darío Pitti. – Orgullo Guarareño

Carlos Cleghorn Espino  – Los Cazadores

Marcelino Guerra  -  Grupo Selecto (con Lucho de Sedas)

Juan Diego de Sedas -  “Lucho de Sedas, Jay-D y Los Selectos”

Roberto (Papi) Brandao – Los Ejecutivos

Herminio Rojas  -  Ritmo Sensacional

Sabasaín Bacorizo – Manantial de Ilusiones

Eivard Navarro – Los Poderosos

Ricardo Vergara  -  Estrellas de la Cumbia

Francisco De Gracia – Los Cumbiamberos 

Chelo Mitre – Ritmo del Canajagua

Manuelito Gómez  - Impacto Musical

Ñato Califa – Estrellas de Oro (conjunto de cumbia chorrerana, especialmente)

Maximino Moreno (Chimino Moreno) – Ritmo Tonosieño

Eddy Gutiérrez 

Heráclides Amaya

Edwin Zeballos  

Víctor Bernal  

Nicolás Aceves Núñez  

Nina Campines  

Juan Demóstenes Cedeño

Lorenzo Castillo

Osvaldo Jiménez  

Uruguay Nelson

Dagoberto Espino   

Oscar Carrasco

Manuel González

Héctor Espino

Maximino Ballesteros  

Sergio Cortez Marín  

Ninín Quintero 

Raúl Escudero

Abdiel Núñez 

Novencino Fernández

Villo Batista

Los Parranderos de Guararé

Richard Céspedes

Raúl Morán

Ofilio Quintero

Luis Villarreal

Erasmo Bultrón

José de Los Reyes 

Jonathan Chávez  

Andresito Amaya

Saturnino Vergara

José Olmedo Pérez

Rubén Darío Martínez

Rubén Darío Solís

Alberto Solís

Ramiro Samaniego

Chichi Céspedes

Camilo González

Carlos Ruiz

Juan Antonio Jaén

Jorge Quiel

Francisco Abdiel Camarena

Nazario Barrios

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Fuentes:

Transición del Violín al Acordeón, José Antonio Vargas, Revista Lotería 447, Marzo-Abril 2003.

Sobre Nuestra Música Típica, Dora Pérez de Zárate, Editorial Universitaria, Panamá 1996.

El Espíritu del Acordeón,  Alcibiades Cortés, La Prensa, sábado 23 de septiembre de 2006.

Conozca más sobre el Acordeón, Ariosto Velásquez, Crítica, sábado 4 de agosto de 2007.

El País donde el Acordeón es el Rey, Ariosto Velásquez, Crítica en Línea.

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René De León G.

Panamá, octubre-noviembre de 2007.